“POLÍTICOS BÁRBAROS SIGLO 21”
Por: Pascual E. ALEJO
RETTIZ
El Perú de este siglo está perdiendo toda
identidad con la vida natural, y peor con nuestras mínimas diferencias de
hombre civilizado, que ha deshecho toda dignidad y valor del ser humano, donde
las oportunidades políticas del “líder” son aprovechadas para beneficiar a
ciertos grupos de amigos y de poder, desterrando la calidad y condición del
buen profesional o servidor.
Son 25 años que se vive una política
“acriollada y achorada” en el país, ya no basta ser un buen profesional para
llegar a servir en un gobierno local, regional o nacional, tampoco basta para
asumir una determinada gerencia o dirección; aquí en PERÚ tienes que haber
pintado las paredes, pegado tus afiches o ser el adulón del candidato, que de
llegar al poder así no sabes nada o tengas mínimos estudios estarás sentado en
alguna oficina que por “justicia politiquera te corresponde”, y lo peor con esa
oportunidad éstos se creen intocables.
Para el caso de nuestro querido Huánuco este
requisito es necesario, y debe estar consentido por los oportunistas y
arribistas del momento, que no les importa el progreso y desarrollo del pueblo,
sino engrosar sus billeteras y vivir como acomplejados burgueses, que luego de
dos años a tres, estos remedos de profesionales se bajan del carro del “líder
de turno”, para buscar al carro de la línea 2018 que les lleve a seguir en esta
ter tulia y monótona convivencia del atraso y corrupción, en que cada día se
asienta más y de manera criminal en nuestra región.
Las denuncias del 2015 contra algunos
funcionarios públicos de confianza en Huánuco nos dice mucho, y afirma que se
está conviviendo en un sistema con políticos bárbaros que no les interesa la
familia, que no les importa los valores morales, pues también perdieron la
humildad y la solidaridad.
Esta por culminar en unos días más el año
2015, esperamos que corrijan el “barco del cambio”, en eliminar a los incapaces
que en más de 11 meses demostraron pobreza profesional, pero sí, fueron capaces
de cometer actos reñidos con la moral, fueron capaces de engañar a sus
superiores y de estafar a los pueblos y a su gente, con la frase “que estoy
contento por lo que hice” o esta otra que suena bonito “fue un año productivo”.
Finalmente si alguien sirve en
la función pública tiene que aprender a ser decente, si no tiene productividad
(costo - beneficio) debe dar un paso al costado, para que el líder (gobernante)
en el buen sentido de la palabra decida por un cambio positivo, aplicando la
regla de suma sabia, de: ser humano, inteligente y democrático, pues mantener
en el cargo a ineptos es sinónimo de ignorancia y complicidad.