Editorial
"100 DÍAS NO SON SUFICIENTES"
Los gobiernos regionales se implantó desde el
inicio de la descentralización del país, durante el primer gobierno del
presidente Alejandro Toledo, desde entonces se han dado modificaciones y
reglamentos para su cabal funcionamiento, y esté al servicio de las necesidades
de cada región, sin embargo caminando en el tiempo con trece años de vida
institucional, aun se siente la carga de la burocracia democrática y genera
algunos servidores públicos que, lejos de estar de acorde a los retos que exige
un buen Gobierno Regional, se gesta pequeños burgueses en pleno siglo veintiuno.
Cien días no son suficientes, para marcar una
ruta de solido trabajo a favor de la: Salud, Educación, Agricultura, etc. Si
quienes llegan a este primer poder que el pueblo encargó, no cuenta con
personas idóneas o profesionales técnicamente capaces de saltar las barreras de
“todo lo malo de la anterior gestión”, que se estila escuchar a los noveles
funcionarios que por desgracia NUNCA asumieron retos de “sociedad vida
desarrollada”.
Cien días para nosotros, NO es la medida del
termómetro de la gestión, pero si nos sirve para ver los aciertos y desaciertos
desde el líder hasta el último empleado o servidor del gobierno regional, fuera
el nivel o cargo que ostenta. Y que por sus resultados deben corregirse, no hay
tiempo para experimentar o lamentarnos con pruebas de lealtad o fidelidad por
actos de conciencia.
Un gobierno local, regional o nacional, que
se alza en cada elección realizada en el Perú desde centurias pasadas, se
estila trabajar con la gente que apoyaron la campaña electoral (no importa, si
fueron expectorados de otros grupos por malas mañas, pero el que llega sabe que
logrará algo a su favor), y sin duda que esto es un mal cancerígeno que ningún
político peruano desea combatir. Antes de nada están ellos, y solo ellos podrán
gobernar y servir como quiera en nombre del poder. Esto es oportuno que cambie
por quienes hoy ostentan la función pública. Entonces, el éxito estará en
trabajar sin ensayos.
El Director